El cerebro humano medio pesa aproximadamente tres libras, contiene entre 80 y 90 mil millones de neuronas, y controla los sentimientos, los recuerdos, las sensaciones y el movimiento. Las complejidades del cerebro se han estudiado desde la antigüedad y se ha aprendido mucho. Pero la investigación neurocientífica sigue iluminando este sorprendente órgano. Aquí tiene cinco aspectos interesantes de la función cerebral.
La capacidad de almacenamiento es grande
Búsqueda en la Instituto Salk llevó al descubrimiento que tiene el cerebro 10 veces la cantidad de la capacidad de memoria como se creía anteriormente. Mediante una reconstrucción en 3D del tejido de rata, los científicos descubrieron que sus células cerebrales utilizan al menos 26 sinapsis de diferente tamaño para codificar la información. Esto sería el equivalente a 4,7 «bits» de información. Antes del estudio innovador, los científicos pensaban que la capacidad del cerebro era de un máximo de dos bits. Resulta que el almacenamiento real es algo más que un petabyte. Por referencia, un petabyte es el equivalente a 20 millones de archivadores de cuatro cajones de material escrito. Y 50 petabytes contendrían la totalidad de toda la obra escrita registrada a lo largo de la historia, en todos sus idiomas.
Capacidad de adaptación después de una lesión
¿Se puede curar un cerebro dañado? La respuesta corta no es. Pero esto no quiere decir que el cerebro no tenga capacidad de adaptación. El daño cerebral se produce a través de cualquier lesión cerebral adquirida o lesión cerebral traumática. Aunque existen enfoques de tratamiento para lesiones cerebrales traumáticas, se centran en prevenir más daños en el cerebro. Las neuronas dañadas no se pueden regenerar y morirán. Pero el cerebro tiene otras formas de intentar recuperar la función dañada o perdida. La clave es la neuroplasticidad. Las células cerebrales supervivientes intentarán compensar lo perdido en el intento del cerebro de repararse. En ocasiones, las células restantes se pueden entrenar para asumir las funciones que otras células cerebrales solían realizar. La rehabilitación, incluida la terapia física, el habla y la terapia ocupacional, puede ayudar a ese proceso. Así, mientras que las neuronas dañadas no se pueden curar por sí mismas, la neuroplasticidad lo permite nuevas conexiones neuronales para formar. Este recableado puede ayudar al cerebro a recuperar determinadas funciones.
Utilice mucho más del 10 por ciento
La idea de que sólo utilizamos el 10 por ciento de nuestro cerebro es un mito. Aunque el concepto de tener grandes reservas de potencial sin explotar es una herramienta de motivación atractiva, simplemente no es cierto. Las pruebas de imagen, incluidas las exploraciones PET y las resonancias magnéticas funcionales, han permitido a los investigadores ver la actividad cerebral en tiempo real. Y esta correlación cerebral lo demuestra todos partes del cerebro cumplen una función. Más lejos desmentir el mito del 10 por ciento es la respuesta del cerebro a las lesiones. Si se utilice un porcentaje tan pequeño del cerebro, el daño cerebral provocado por cosas como los ictus y las lesiones no sería tan devastador. Y desde una base evolutiva, nuestro cerebro no sería tan grande como es si sólo utilizáramos una décima parte de su capacidad.
La información viaja rápidamente
El cerebro envía y recibe información a través del sistema nervioso central. El velocidad con la que se produce esta función depende de varios factores. Éstos incluyen hasta qué punto debe recorrer la señal, por eso se tarda más tiempo en mover el pie que la mano. El tamaño de las neuronas implicadas es otro elemento importante. Las neuronas más anchas son más rápidas al transportar señales que las estrechas. La cantidad de vaina de mielina también afecta a la velocidad. El aislamiento que proporciona la mielina permite una transmisión neuronal más rápida. El dolor es una de las sensaciones más lentas en términos de velocidad, entre 1,1 y 4,4 mph. Esto se debe a que los receptores del dolor carecen de mielina. En el extremo opuesto del espectro se encuentran las neuronas mielinizadas de la médula espinal, que pueden viajar hasta 270 mph.
El estrés afecta a la función cerebral
El estrés, ya sea intenso y agudo o crónico, puede provocar impactos nocivos sobre el cerebro. El cerebro responde al estrés aumentando los niveles de cortisol y pueden mantenerse altos en lugar de volver a la normalidad. Los altos niveles de cortisol se correlacionan con la depresión, ansiedad y pérdida de memoria. Los estudios demuestran que el estrés crónico altera la regulación de la sinapsis. El estrés crónico perjudica la función cerebral de múltiples modos, sugieren varios estudios. También puede matar a células cerebrales, a veces hasta el punto de reducir el tamaño del cerebro. Por el contrario, el estrés crónico también aumenta amígdala tamaño, lo que haría que alguien sea más susceptible al estrés, creando así un círculo vicioso potencial.