Olvídate de los túneles subterráneos, porque una startup está desarrollando un «hidroavión eléctrico» que puede viajar a más de 180 mph. Se trata de Regent, una empresa que acaba de recibir 9 millones de dólares de financiación para su ambicioso sistema de transporte en ciudades costeras.

Piensa en él como un taxi eléctrico que flota sobre el agua a gran velocidad. La empresa quiere contribuir a la transición de los combustibles fósiles en el transporte de pasajeros, sin ser un avión o un coche. Básicamente, Regent quiere hacer que los viajes entre ciudades costeras sean rápidos, asequibles y eficientes. Además, es más bonito ver la costa que estar sentado en un tren o un túnel. Para los que se lo pregunten, REGENT son las siglas de «Regional Electric Ground Effect Naval Transport».

Las naves Regent pueden atracar o despegar de los puertos gracias a un hidrodeslizador, y cualquier camino recto de agua es la pista de aterrizaje. La empresa pretende que cada hidroavión funcione sin problemas con las estructuras e instalaciones portuarias existentes, aunque tendrá que instalar estaciones de recarga por todas partes.

Embarcación de transporte regente
Regent

Los cofundadores, Billy Thalheimer, director general y Michael Klinker, director técnico, no solo tienen conexiones en el sector aeroespacial y la robótica, sino que ambos son pilotos con licencia de la FAA y tienen experiencia laboral en una empresa de Boeing y en Aurora Flight Sciences.

Se le puede llamar transbordador volador, hidroavión o incluso taxi volador, y el proyecto tiene mucha gente y grandes ciudades interesadas. La primera ronda de financiación asciende a 9 millones de dólares gracias a Caffeinated Capital, Mark Cuban, Founders Fund dirigido por Peter Thiel, Y Combinator, por nombrar algunos.

RELACIONADO:  Muere otra aplicación de realidad virtual de Google y renace como un proyecto de código abierto

El planeador marino de Regent se considera una nave con efecto en tierra, o WIG, lo que significa que no tendrá que lidiar con el proceso de aprobación de la FAA, y en su lugar trabajará con la Guardia Costera. Como resultado, pretende tener el proyecto en marcha más rápido que una nueva compañía aérea típica.

La startup espera realizar algunos vuelos de prueba en la zona de Boston y, con el tiempo, ofrecer viajes de pasajeros en ciudades costeras o en grandes núcleos como los de Los Ángeles a San Francisco. Por no hablar de los viajes más cortos entre las islas de Hawai o desde Nueva York por la costa.

vía: CNBC