Una actualización rápida de software debería solucionarlo.
Tesla no es ajena a las «llamadas a revisión», especialmente cuando esa llamada a revisión no es más que una actualización de software. Sin embargo, la última es más extensa de lo habitual. Esta semana hemos sabido que la NHTSA ha obligado a Tesla a llamar a revisión a más de 362.000 vehículos por su software beta Full Self-Driving (FSD).
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera (NHTSA) alertó al fabricante de automóviles de una investigación sobre su sistema de asistencia al conductor. Los reguladores dicen que el FSD no obedece ciertas leyes de tráfico y seguridad, lo que potencialmente podría conducir a un accidente.
Según el informe de la llamada a revisión, 362.758 vehículos en Estados Unidos que utilizan el software FSD beta necesitarán una actualización de software. La llamada a revisión afecta a los vehículos Model S, Model X, Model 3 de 2017 a 2023 y Model Y de 2020 a 2023 equipados con el software FSD Beta.
Leyendo la investigación, los reguladores afirman que el software de Tesla puede girar en ciertas intersecciones durante un «semáforo amarillo inactivo», puede ajustar su velocidad mientras viaja por ciertas zonas de velocidad variable y podría hacer cambios de carril fuera de algunos carriles exclusivos de giro para continuar recto.
Además, la NHTSA dijo, «el sistema puede responder insuficientemente a los cambios en los límites de velocidad anunciados o no tener en cuenta adecuadamente el ajuste del conductor de la velocidad del vehículo para superar los límites de velocidad anunciados.»
Tesla retiró su software FSD en 2022 para rodar a través de señales de alto en determinados escenarios, y parece que los propietarios pueden esperar una actualización de software over-the-air similar para solucionar las quejas planteadas por la NHTSA.
Tesla lanza constantemente un nuevo software beta FSD con mejoras para manejar las condiciones de conducción, y muchas de esas condiciones fueron mencionadas por la NHTSA. Parece que Tesla no estaba de acuerdo con las conclusiones de la NHTSA, pero decidió retirar sus vehículos de todos modos.
Como de costumbre, todo lo que los propietarios tienen que hacer es esperar una actualización. En las próximas semanas, Tesla emitirá una sencilla actualización de software por aire para los vehículos afectados que debería mejorar la forma en que la FSD Beta maneja ciertas situaciones.